La receta de hoy es una “receta
express”. Una receta para esos días en los que no te apetece comer cualquier
cosa pero tampoco tienes muchas ganas de meterte horas en la cocina haciendo
algo o, como fue el caso, pasando un calor horrible.
Los garbanzos que usé son de los
que vienen envasados ya cocidos y a los que sólo tenemos que lavarlos para
quitarles ese sabor que le aporta el líquido que vienen.
El sabor resultante de los
garbanzos es el mismo que el que conseguimos haciendo los garbanzos, la única
diferencia, es el tiempo invertido, ya que no es lo mismo abrir la lata,
desechar el líquido en el que vienen los garbanzos, lavarlos con abundante agua
y servirlos que tener los garbanzos en remojo y luego cocinarlos durante un
montón de tiempo para que queden en su punto.
Pues bien, como veis, se trata de
una receta sencilla, sin complicaciones y muy fácil de hacer. ¿Listos para
empezar?
1. Abrimos el envase de los
garbanzos, desechamos el líquido y lavamos bien en agua fría nuestros garbanzos
para eliminar cualquier resto del líquido.
2. En un cazo con agua hirviendo
ponemos un huevo a cocer.
3. Mientras el huevo se hace y los
garbanzos están en agua, en un bol incorporamos los demás ingredientes: picamos
en rodajas las aceitunas, vertemos el maíz, la cebolla frita y la lata de atún
previamente escurrida.
4. Ahora, vertemos los garbanzos.
5. Pelamos el huevo y lo picamos.
6. Agregamos dos cucharadas de salsa
de yogur. Yo usé la que viene ya hecha, pero siempre podéis hacerla casera o
añadir otro tipo de salsa.
7. Removemos todo bien y…¡listo para
comer!
El Rico Paladar
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